DPTO. COMUNICACIÓN HESTIA MENORCA

Jordan Davis (Las Vegas, Nevada, EEUU, 1997, 1,88 m) ha comparecido esta mañana ante los medios en las instalaciones de La Menorquina, en Alaior.  Cercano y reflexivo, una palabra se ha repetido en el transcurso de su comparecencia -energía-, comparecencia que ha comenzado con una valoración muy positiva de su llegada a Menorca. «Ha sido una experiencia increíble. Solo llevo aquí dos semanas, pero a mi mujer y a mí nos encanta despertarnos todos los días, ver el agua, ver el sol, el tiempo ha sido agradable y el equipo nos ha recibido con mucho cariño».

Además del cariño Davis ha subrayado también el ambiente que se respira en Bitaufa. «Éste ha sido probablemente el equipo más unido en el que he jugado», reconoce el estadounidense, para quien lo más destacable es «la forma en que todos nos apoyamos, el ambiente positivo que tenemos en el vestuario y que llevamos a los entrenamientos», algo que, a su juicio, «en algún momento comenzará a traducirse en la cancha y nos permitirá ganar algunos partidos».

En este sentido, Davis reconoce que las dos derrotas que ha vivido «han sido difíciles», resultado de partidos duros que «permiten acumular experiencia, sobre todo en un equipo joven, y armar una racha ganadora, no solo ganar un partido aquí y otro allá, y, a medida que avance la temporada, llegar más alto en la tabla». En la consecución de este objetivo, tiene muy claro cuál es su papel.

«Lo más importante, es ser un líder. Cuando tomé la decisión de venir aquí, eso fue lo primero que me dijo el entrenador que me exigiría, especialmente porque tenemos un equipo joven y por mi experiencia, que asumiera ese liderazgo para hablar con los muchachos cuando las cosas no están saliendo en los partidos necesariamente como queremos, ser la persona que transmita energía positiva. Así que lo primero es mi liderazgo, y lo segundo, mi habilidad general en el baloncesto. Muchas veces me han dicho que me concentro en anotar o que soy solo un anotador, pero creo que aporto muchas cosas al juego de baloncesto, ya sea pases, rebotes o juego de defensa», se explaya Davis.

También apela a la energía el estadounidense cuando se le pregunta por la diferencia entre jugar en Primera FEB y ACB, liga que estaba disputando en las filas del Río Breogan y sobre la que afirma que «el estilo de juego y las exigencias que se te piden para jugar en esa liga son diferentes, en esta disfruto del ritmo rápido con el que jugamos, el movimiento de la pelota, simplemente la energía con la que queremos jugar. Creo que esa es la mayor diferencia».

Tanto es así que, para Davis, jugar en el Hestia Menorca es una vuelta a los orígenes. «A veces, en los niveles más altos sientes que el baloncesto es como una prueba. Aquí, realmente vuelvo a lo básico. Lo más importante que obtuve de esta experiencia en un corto período de tiempo es que realmente te lleva de regreso a tu infancia, cuando simplemente te divertías y disfrutabas del baloncesto en su forma más pura».

Finalmente, el último fichaje de la temporada habla de energía cuando menciona a la afición. «Creo que para mí el primer partido en casa fue una experiencia increíble. Creo que los aficionados nos dieron mucha energía y que pudimos usarla en el partido. Confío en volver a ver la gran energía de los aficionados y poder usarla una vez más para empezar a permitirnos ganar partidos y acumular algunas buenas victorias», concluye Davis.